Todos lo hemos hecho alguna vez, es común enviar y difundir imágenes, audios, videos o capturas de pantalla de una conversación, sin el permiso de una tercera persona.
Con el paso de los años y la concienciación de las personas sobre temas como la ley de protección de datos, ha quedado bastante claro que difundir por internet fotos o grabaciones de alguien sin su permiso constituye una acción ilegal.
Las dudas nacen respecto a acciones como el envío de conversaciones privadas a través de capturas de pantalla.
En este caso podríamos afirmar que no se está cumpliendo un delito, pero sí un comportamiento civilmente reprochable puesto que se considera una intromisión ilegítima.
Blasi, profesor de Estudios de Derecho y Ciencia Política en la UOC y experto en temáticas de protección de datos, afirma que estos comportamientos, además de constituir una infracción por protección de datos, las personas afectadas también podrían reclamar una indemnización por daños al honor y a la intimidad.
También cosas que pueden parecer más inocentes como crear grupos en WhatsApp con miembros que no se conocen entre si o sin pedir autorización, son todos comportamientos ilegales.
Al añadir los contactos a un grupo, hay datos que quedan inevitablemente expuestos como la foto, el nombre y el número de teléfono.
La Autoridad Catalana de Protección de Datos (APDCAT) ha sancionado recientemente a un ayuntamiento por crear un grupo de WhatsApp con los ciudadanos, a pesar de haberles pedido previamente el consentimiento.
Por este motivo siempre es recomendable crear una lista de difusión en vez de un grupo.
Todos estamos acostumbrados a utilizar WhatsApp a diario sin pensar ni dar mucha importancia a las acciones que cometemos a través de la aplicación, pero deberíamos ser más cuidadosos para evitarnos problemas.
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