En más de una ocasión he escuchado a clientes nuestros decir, con total seguridad, que no necesitan un seguro de hogar ya que viven de alquiler. Y lo dicen así, tal cual, con una seguridad que me deja perpleja.
Ante esta afirmación, yo añado: «¡Claro! Porque tú, como inquilino tienes superpoderes de protección ante cualquier imprevisto que suceda en tu vivienda. Porque a una persona que vive de alquiler nunca se le va a romper una tubería y causar un daño por agua a un vecino, por ejemplo…».
Ante la expectativa por mi comentario, procedo a explicarles y argumentarles, ya que no sólo su hogar necesita un seguro, sino que además, lo necesita con urgencia.
Cualquier inquilino, al firmar su contrato de arrendamiento, se compromete a mantener la vivienda en perfectas condiciones, y a entregarla tal y como estaba en el momento que la alquiló. Aunque la ley de arrendamientos urbanos diga que es el arrendador quien debe realizar las reparaciones necesarias para que la vivienda esté acondicionada para vivir, esta ley no protege al inquilino cuando los daños hayan sido ocasionados por él. Y es aquí, en este punto, donde debemos centrarnos y pensar en la necesidad de asegurar nuestra vivienda si somos inquilinos.
Protegerse ante imprevistos
Imagina si tienes una rotura en un aseo de tu vivienda y ésta ocasiona daños por agua en tu casa y en la de tu vecino. No querrás gastarte el doble, pero si no tienes seguro, tendrás que hacerlo.
Deberás arreglar tu vivienda, y la de tu vecino. Sí o sí.
Ya lo decíamos en nuestro artículo anterior, cobra vital importancia obtener un buen asesoramiento sobre seguros para que todo vaya bien.
¿De verdad quieres invertir tu dinero en reparaciones de daños cuando contratando un seguro para tu HOGAR podrás vivir con tranquilidad?
¿Hablamos?